El gobierno de Claudia Sheinbaum ha colocado en el centro de su agenda la transformación estructural de Petróleos Mexicanos (Pemex). Lejos de privatizaciones o políticas de desmantelamiento, el nuevo Plan Estratégico 2025-2035 parte de una visión de Estado: fortalecer a la empresa pública como palanca del desarrollo nacional. Presentado en “La mañanera del pueblo”, el documento contempla metas ambiciosas pero factibles, que permitirán, según la presidenta, que Pemex se convierta en una empresa viable, soberana y financieramente independiente.
Frente a décadas de políticas neoliberales que debilitaron a Pemex, Sheinbaum apostó por una vía opuesta: rescatar la empresa con inversión pública, desarrollo tecnológico y sustentabilidad energética. “Estamos construyendo una visión de futuro para Pemex, con una revisión profunda de sus números y su operación”, explicó la mandataria. La petrolera nacional pasará de requerir apoyo de Hacienda a generar sus propios recursos para inversión a partir de 2027.
El plan está conformado por 13 acciones estratégicas. Entre ellas: consolidar la producción de crudo, ampliar la oferta de gas natural y derivados refinados, reconstruir la petroquímica nacional, diversificar energías y reducir emisiones. El director general de Pemex, Víctor Rodríguez Padilla, subrayó que estos proyectos están guiados por los principios del segundo piso de la Cuarta Transformación: soberanía energética, justicia social, respeto ambiental y eficiencia operativa.
A nivel político, la estrategia marca un punto de inflexión. El gobierno federal asume la conducción del sector energético con un modelo mixto que no renuncia a la iniciativa privada, pero que centra las decisiones en el interés público. La reconstrucción de complejos petroquímicos, la migración hacia refinerías petroquímicas y la producción de litio desde salmueras petroleras revelan una visión geoestratégica integral.
La secretaria de Energía, Luz Elena González, reafirmó el rol de Pemex como símbolo de soberanía nacional. A su vez, el secretario de Hacienda, Edgar Amador Zamora, presentó una estrategia financiera con respaldo fiscal de transición. En 2025 y 2026 se emitirán Notas Pre-capitalizadas y se establecerá un fondo de inversión para financiar proyectos clave con hasta 250 mil millones de pesos.
Para Morena y sus aliados, esta nueva etapa de Pemex es la prueba de que es posible modernizar al Estado sin entregarlo. La petrolera estatal ya recibió una mejora en su calificación crediticia por parte de Fitch Ratings, lo que respalda la viabilidad de la ruta. El mensaje político de Sheinbaum es claro: Pemex no solo no está condenado al fracaso, sino que será punta de lanza de un nuevo modelo energético mexicano.