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Armenta recorre zonas devastadas por lluvias en Puebla

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Con el lodo hasta las rodillas y el rostro tenso, Alejandro Armenta recorrió este miércoles tres de los municipios más golpeados por las lluvias recientes: Chignahuapan, Izúcar de Matamoros y Tepeojuma. El saldo preliminar: 210 viviendas dañadas, de las cuales 35 presentan pérdida total. El gobernador no solo constató los daños, también distribuyó apoyos y prometió que lo perdido será repuesto.

En la comunidad indígena de Ajolotla, municipio de Chignahuapan, la tragedia comenzó hace casi 48 horas, cuando una tromba convirtió en barro la tierra rojiza del lugar. Ese mismo barro cubrió casas, escuelas e incluso la iglesia local. Armenta caminó entre escombros y escuchó los testimonios de quienes lo perdieron todo.

“La reacción fue inmediata”, aseguró el mandatario al explicar que, desde la madrugada del martes, arrancó el Plan de Respuesta Inmediata con el envío de víveres, maquinaria pesada y brigadas de atención. No hubo víctimas fatales, gracias a la intervención de cuerpos de seguridad y Protección Civil, pero sí hay familias sin hogar y cientos de damnificados que enfrentan días difíciles.

Ajolotla fue una de las zonas más afectadas: ahí, 70 viviendas quedaron dañadas y 136 personas resultaron damnificadas. Otras 110 casas, aunque no colapsadas, están en riesgo ante futuras lluvias. En Izúcar de Matamoros se contabilizaron 11 casas afectadas y en Tepeojuma, 19 más.

Durante su recorrido, Armenta entregó alimentos, kits de limpieza y ropa, al tiempo que anunció un programa de empleo temporal para las familias afectadas. También se comprometió a rehabilitar el puente escolar, dotar de materiales de construcción a quienes lo necesiten e instalar conectividad satelital para mantener comunicación en caso de nuevas emergencias.

El gobernador reconoció la labor conjunta de la Guardia Nacional, Marina, Policía Estatal y municipios, destacando que la prioridad es “atender, no prometer”. En La Galarza, comunidad de Izúcar, los daños incluyen una escuela secundaria inundada y al menos cinco casas con afectaciones estructurales.

Historias como la de José David Roldán, quien apenas logró evacuar a su familia antes de que el agua arrasara con todo, se repitieron en cada punto del recorrido. Mujeres pidieron baños para los niños, adultos mayores solicitaron limpieza y seguridad.

El director de Protección Civil, coronel Bernabé López Santos, informó que ya se levantó un primer censo y se alista un segundo para atender posibles afectaciones posteriores. En tanto, en La Galarza se ampliará el cauce de la acequia y se desazolvará de nuevo, como medida preventiva.

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