Ante los señalamientos que alcanzan a Adán Augusto López por el caso Hernán Bermúdez, la presidenta Claudia Sheinbaum se deslindó de cualquier intención de encubrimiento y pidió que las acusaciones se sustenten en pruebas. Desde Palacio Nacional, señaló que será la Fiscalía General de la República, así como la Fiscalía del estado de Tabasco, quienes deberán determinar si existe evidencia que relacione al senador con los presuntos vínculos de su excolaborador con el crimen organizado.
Una relación política, no jerárquica
La mandataria explicó que no le corresponde instruir al senador Adán Augusto sobre sus declaraciones públicas. “Yo no lo instruyo. Nosotros somos compañeros del movimiento desde hace mucho tiempo. Hoy soy presidenta y él es coordinador del Senado”, afirmó. Con ello, descartó sugerirle que se separe del cargo o que emita un posicionamiento público, pese al creciente cuestionamiento desde la oposición sobre su rol durante el tiempo que Bermúdez ocupó la Secretaría de Seguridad en Tabasco.
Sheinbaum aclaró que Adán Augusto no tiene actualmente ninguna función ejecutiva, por lo que su conducta debe evaluarse conforme a los hechos y no a su relación política con el gobierno federal. “Él tiene su propia estrategia, de si se comunica o no se comunica”, dijo.
Exige claridad en las investigaciones
La presidenta remarcó que su gobierno no protege a nadie, pero insistió en que cualquier imputación debe estar respaldada por hechos y documentos verificables. “No cubrimos a nadie, pero tiene que haber pruebas, no un dicho o una suposición”, subrayó. Insistió en que corresponde a las instancias de procuración de justicia precisar desde cuándo se tenía conocimiento de los presuntos vínculos del exfuncionario con la organización criminal ‘La Barredora’.
En ese sentido, reiteró que será el Gabinete de Seguridad quien informe oficialmente cuándo comenzaron las investigaciones contra Hernán Bermúdez Requena. El caso adquirió mayor relevancia luego de que el general Miguel Ángel López Martínez, del Estado Mayor, revelara que desde el 14 de febrero de 2025 existía una orden de aprehensión en su contra, emitida por la Fiscalía General del Estado de Tabasco.
Vínculos con el crimen y trayectoria política
Bermúdez Requena es acusado de mantener nexos con ‘La Barredora’, grupo asociado al Cártel de Jalisco Nueva Generación. Su trayectoria en la administración pública tabasqueña se remonta a los tiempos en que Adán Augusto López era subsecretario de Gobierno, lo que ha generado cuestionamientos sobre el grado de conocimiento o tolerancia que pudo haber tenido el hoy senador respecto a sus actividades.
El exfuncionario fue titular de la Secretaría de Seguridad Pública durante la gubernatura de Adán Augusto y, aunque fue cesado tras el cambio de administración, su presencia en el aparato de seguridad del estado estuvo marcada por señalamientos previos sobre presuntas omisiones y pactos con grupos criminales. Pese a ello, las autoridades estatales no habían informado oficialmente sobre procesos penales abiertos hasta que se dio a conocer la orden de captura.
Transparencia institucional y límites del poder
Al enfatizar que su gobierno se rige por principios de transparencia, Claudia Sheinbaum remarcó que no se tolerará impunidad, pero tampoco linchamientos mediáticos o políticos sin sustento jurídico. “Es importante que se sepa a partir de cuándo se empezó a investigar”, expresó, reiterando su confianza en las instituciones encargadas de la procuración de justicia.
La jefa del Ejecutivo federal concluyó que será la FGR la que determine si en el marco de las investigaciones hay elementos suficientes que impliquen a Adán Augusto López en la protección o encubrimiento de su exsecretario. Hasta ahora, dijo, no hay pruebas que justifiquen una sanción política o judicial en su contra.