El Senado fue escenario de una confrontación directa entre dos proyectos políticos en disputa. De un lado, la oposición articulada en torno a PAN y PRI acusó a Adán Augusto López Hernández de ser parte de una red de protección criminal en su etapa como gobernador de Tabasco. Del otro, el propio senador morenista se defendió con datos, acusaciones de difamación y un abierto reto a las autoridades: “Estoy dispuesto a comparecer, no me escudaré en el fuero, y a mí sus tiznaderas me tienen sin cuidado”.
La senadora panista Lilly Téllez encabezó los señalamientos con un punto de acuerdo que exigía la licencia inmediata de López Hernández y su entrega a las autoridades competentes. En su intervención, lo acusó de representar “la narcopolítica en el poder” y de encubrir a Hernán Bermúdez Requena, su exsecretario de Seguridad, a quien medios vinculan con la organización delictiva “La Barredora”.
La respuesta fue punzante. Adán Augusto desmontó el señalamiento con tres líneas: negación absoluta de vínculos, disposición para ser investigado y defensa de su historial como servidor público. Afirmó que Bermúdez Requena fue nombrado a finales de 2019, en plena crisis de violencia, y que jamás tuvo indicios de que estuviera implicado en actividades ilícitas.
Los datos que presentó en tribuna reforzaron su defensa: los homicidios dolosos bajaron casi a la mitad durante su mandato; los secuestros, a una décima parte; las extorsiones y robos, reducidos drásticamente. “La rendición de cuentas siempre ha sido una constante en mi vida”, reiteró.
Alejandro Moreno, líder nacional del PRI, se sumó al ataque. Lo acusó de encabezar un gobierno criminal y sostuvo que, de aplicarse la misma vara que se usa contra él, Adán Augusto ya estaría encarcelado. “Yo no tengo funcionarios vinculados con el crimen, tú sí”, dijo, y sostuvo que su persecución fue política, a diferencia de la “protección” que, afirma, otorga Claudia Sheinbaum al morenista.
La réplica final de López Hernández no escatimó en lenguaje directo: “Lo suyo es el lodazal y el estiércol, lo mío es construir con millones de mexicanos”, dijo ante el pleno. De paso, acusó a la oposición de buscar reflectores, manipular la opinión pública y no entender que la Cuarta Transformación “va para largo”.
Aunque el PAN propuso formalmente separarlo del cargo, la mayoría de Morena en la Permanente bloqueó el punto de acuerdo. En paralelo, Ramírez Cuéllar pidió reactivar el proceso de desafuero contra Moreno, cerrando el debate con un mensaje contundente: “La impunidad no puede ser selectiva”.