La nueva Suprema Corte de Justicia de la Nación arrancó con un mensaje que buscó ir más allá de los números. El acto inaugural estuvo envuelto en símbolos de apertura, reconciliación y cercanía con la sociedad. El ministro presidente, Hugo Aguilar Ortiz, encabezó la reapertura de la puerta principal del tribunal, cerrada desde 2023, mientras un arco floral elaborado por comunidades indígenas enmarcaba la entrada con la frase: “Hacia una reconciliación de la justicia con el pueblo”.
El gesto no fue menor. Representó el intento de borrar la imagen de un tribunal aislado y ajeno a la ciudadanía. Aguilar explicó que una puerta cerrada equivale a un muro infranqueable, mientras que abrirla significa recibir a quienes claman justicia. El mensaje fue reforzado con la presencia de la presidenta Claudia Sheinbaum, el presidente de la Cámara de Diputados Sergio Gutiérrez Luna y la presidenta del Senado Laura Itzel Castillo.
El pleno de ministros electos por voto popular inició así su primera sesión solemne con un acto republicano que recuperó la convivencia de los tres poderes en la sede judicial, algo que no ocurría desde hace años. La Corte quiso presentarse no como un poder aislado, sino como parte de un entramado institucional con legitimidad popular.
En paralelo, se buscó subrayar la diversidad: paridad de género, mayoría de mujeres y, por segunda vez en la historia, la presidencia en manos de un ministro indígena. La composición del tribunal pretende enviar un mensaje de inclusión y de ruptura con la vieja élite judicial.