El sábado 26 de julio de 2025, las autoridades de Aguascalientes enfrentaron un episodio de violencia con características similares a las que han golpeado otras entidades del país: narcobloqueos, vehículos incendiados y reacciones armadas en contra de operativos estatales. Todo comenzó en el municipio de Rincón de Romos, donde fuerzas federales y estatales detectaron un presunto campamento criminal. La detención de 18 personas derivó en una reacción inmediata por parte de un grupo armado que trató de bloquear vialidades e intimidar a la población.
Horas después, y como parte de la respuesta institucional, se logró la captura de otras nueve personas, con lo cual sumaron 27 detenidos. La operación fue calificada como un éxito por parte de la Fiscalía estatal, que destacó que no se registraron víctimas civiles ni daños personales, a pesar de la violencia desplegada. Se decomisaron 20 armas largas, chalecos tácticos, motocicletas, lanzagranadas y varias dosis de droga.
Manuel Alonso García, fiscal general del estado, reconoció que aún se analiza si los detenidos tienen vínculos con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). “Estamos investigando si se trata de una célula operativa de esa organización, pero muchos de los detenidos no portaban documentos y usaban identidades falsas”, explicó en entrevista con el periodista Carlos Zúñiga.
Las escenas del sábado encendieron la alerta en redes sociales y medios locales: neumáticos quemados, vehículos atravesados en las calles y motocicletas circulando con sujetos armados en la periferia del municipio. El miedo se apoderó de las calles durante algunas horas. Sin embargo, no hubo reportes de saqueos, enfrentamientos directos con población civil ni afectaciones a inmuebles ajenos al operativo.
La reacción criminal ocurrió justo cuando los primeros detenidos eran trasladados a la Fiscalía General de la República (FGR). Según relató el fiscal, fue en ese momento cuando el grupo comenzó a “generar disturbios fuertemente a inmediaciones del municipio”, con la intención de obstruir el proceso y sembrar caos. Este tipo de reacción ha sido documentado en entidades como Michoacán, Jalisco y Guanajuato, donde el CJNG ha desarrollado tácticas de presión similares.
Frente al intento de desestabilización, las autoridades destacaron el saldo blanco y la eficacia del operativo. “Eso muestra que se hizo una buena estrategia, con buena coordinación. No hubo un solo civil presionado ni un solo fallecimiento de personas inocentes”, remarcó Alonso García. Agradeció el trabajo del Ejército, la Guardia Nacional, las policías estatales y municipales, y personal ministerial que actuó con rapidez y precisión.
La violencia narco en Aguascalientes había sido, hasta ahora, episódica y contenida. El operativo en Rincón de Romos, sin embargo, evidencia que el estado no es ajeno a las dinámicas de expansión de los grupos criminales. El hallazgo del campamento, la cantidad de armamento asegurado y la capacidad de movilización de los agresores refuerzan la hipótesis de una estructura operativa sólida, aunque aún no se ha identificado plenamente su red de mando o su conexión con estructuras mayores.
Los eventos fueron contenidos con rapidez. El domingo por la mañana, las autoridades informaron que la Feria de Jesús María y otros eventos culturales y deportivos en el estado se desarrollaban con normalidad. No se suspendieron clases ni actividades oficiales. La población, no obstante, se mantuvo en alerta durante el fin de semana y pidió mayor presencia de seguridad en zonas limítrofes.
El fiscal reiteró que este tipo de acciones buscan sembrar miedo, paralizar la vida cotidiana y posicionar mensajes de control territorial. “Estos grupos quieren que la gente se sienta acorralada, pero no lo vamos a permitir. Aquí hay Estado, hay Ejército, hay gobierno”, sostuvo. También señaló que los peritajes forenses, análisis balísticos y pruebas documentales serán clave para establecer si los detenidos tienen antecedentes penales en otros estados o si provienen de células itinerantes.
En el contexto nacional, los bloqueos narcos han dejado de ser exclusivos de estados tradicionalmente marcados por el crimen organizado. La incursión de grupos armados en estados como Aguascalientes plantea nuevos retos para la coordinación federal, la inteligencia civil y el blindaje institucional. Para las autoridades locales, el mensaje es claro: no se permitirán zonas de impunidad ni enclaves criminales en su territorio.
La Fiscalía estatal informó que los 27 detenidos serán procesados por delitos federales y locales. Se prevé que las audiencias iniciales se lleven a cabo a partir de esta semana. En paralelo, la Secretaría de Seguridad Pública estatal reforzó su presencia en municipios colindantes y se mantiene alerta ante cualquier intento de represalia o reagrupamiento criminal.
Alonso García cerró su intervención con un mensaje a la ciudadanía: “Seguiremos trabajando todos los días. Aquí no hay tregua. No hay espacio para que estas células operen, ni para que siembren el miedo”.