El plan de ordenamiento eléctrico presentado por la presidenta Claudia Sheinbaum colocó a la energía como un insumo estratégico del Plan México, al garantizar el suministro necesario para sostener la expansión productiva y los polos de bienestar.
La mandataria explicó que el desarrollo económico partió de una condición elemental, debido a que la actividad industrial, comercial y de servicios dependió directamente de la disponibilidad de energía eléctrica.
Sheinbaum señaló que el funcionamiento cotidiano de viviendas, comercios y fábricas requirió una infraestructura compleja que incluyó plantas de generación, líneas de transmisión de alto voltaje, subestaciones y redes de distribución.
En este contexto, el Plan México demandó una expansión ordenada de la capacidad eléctrica, debido a que los polos de bienestar concentrarán actividades productivas con alto consumo energético.
La presidenta sostuvo que el nuevo esquema permitió garantizar energía suficiente en las regiones donde el país la necesitó, fortaleciendo la planeación territorial y evitando desequilibrios en el sistema eléctrico.
Sheinbaum indicó que la industria utilizó electricidad para procesos productivos, automatización y logística, mientras el comercio y los servicios dependieron de energía constante para iluminación, refrigeración y conectividad.
Para atender estas necesidades, el plan eléctrico integró inversiones simultáneas en generación, transmisión y distribución, con nuevas líneas que permitirán transportar la energía de forma eficiente entre regiones.
La mandataria subrayó que la falta de transmisión limitó durante años el crecimiento productivo, aun cuando existía capacidad de generación, situación que el nuevo esquema buscó corregir.
Bajo este modelo, la Comisión Federal de Electricidad garantizó 56 por ciento de la generación eléctrica nacional, mientras el resto quedó abierto a la inversión privada bajo concursos planeados.
Sheinbaum destacó que este esquema otorgó certidumbre a los inversionistas, al definir con claridad dónde, cómo y con qué tecnología se requirió generar energía.
La presidenta también vinculó el plan eléctrico con los compromisos ambientales de México, al señalar que la expansión de generación solar permitió reducir de forma significativa las emisiones contaminantes.
La sustitución de plantas fósiles por proyectos fotovoltaicos evitó más de un millón de toneladas de dióxido de carbono equivalente, contribuyendo a la meta de reducir 35 por ciento las emisiones nacionales.
Sheinbaum explicó que la eficiencia energética acompañó esta estrategia, al promover un uso más racional de la electricidad sin limitar el crecimiento económico.
Por su parte, la directora general de la Comisión Federal de Electricidad, Emilia Esther Calleja Alor, informó que los proyectos se definieron con base en la planeación del Sistema Eléctrico Nacional.
Calleja Alor señaló que la estrategia permitió anticipar el crecimiento de la demanda, fortalecer la confiabilidad del sistema y reducir riesgos en el suministro eléctrico.
En transmisión, la Comisión Federal de Electricidad programó proyectos para eliminar cuellos de botella y respaldar la expansión industrial vinculada al Plan México.
Las funcionarias coincidieron en que la planeación eléctrica se consolidó como el soporte energético que permitirá al país crecer, producir más y sostener los polos de bienestar con electricidad suficiente y confiable.









