La administración del presidente Donald Trump anunció oficialmente que dejará de producir monedas de un centavo debido al costo excesivo que implica su fabricación, actualmente casi cuatro veces superior a su valor nominal. Esta decisión generará un ahorro inmediato de aproximadamente 56 millones de dólares anuales, según informó un funcionario del Departamento del Tesoro. Los costos aumentaron un 20% tan sólo durante 2024, haciendo inviable la continuación del programa.
Actualmente, alrededor de 114 millones de monedas de un centavo permanecen en circulación, equivalentes a poco más de mil millones de dólares. Sin embargo, estas monedas son cada vez menos utilizadas en transacciones comerciales cotidianas, aumentando su inutilidad práctica. La suspensión definitiva responde directamente a instrucciones previas del presidente Trump, quien calificó públicamente la acuñación de centavos como “un desperdicio” económico para el país.
En tanto, en el Congreso estadounidense avanzan iniciativas bipartidistas para eliminar legalmente la moneda de un centavo y modificar los procedimientos de redondeo en las compras al contado. Expertos económicos han sugerido que, sin un redondeo hacia arriba obligatorio, la demanda por níqueles podría dispararse, generando mayores pérdidas, dado que su producción cuesta cerca de 14 centavos por unidad, complicando aún más la política monetaria de Estados Unidos.
