La primera visita de Marco Rubio a México como secretario de Estado ya tiene fecha tentativa. El funcionario adelantó este miércoles que viajará “en las próximas semanas” acompañado por otros miembros del gabinete estadounidense, con el objetivo de consolidar una agenda común centrada en seguridad, comercio y extradiciones.
Durante una audiencia en el Congreso estadounidense, Rubio valoró positivamente la colaboración del nuevo gobierno de Claudia Sheinbaum, al que calificó de “receptivo” frente a las preocupaciones de Washington. Afirmó que la relación bilateral en materia de seguridad vive un momento de “cooperación sin precedentes”.
El funcionario republicano fue directo al señalar que el combate al crimen organizado será uno de los principales puntos del encuentro. “Hay partes de México gobernadas por los cárteles”, expresó. Mencionó como ejemplo el asesinato reciente de dos funcionarios de confianza de Clara Brugada, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, para ilustrar la gravedad de la violencia política en el país.
Rubio precisó que la estrategia estadounidense se enfocará en frenar el tráfico de armas desde su territorio hacia México, así como en apoyar operativos conjuntos para desmantelar estructuras del narcotráfico. “Queremos ayudarlos a detener ese flujo. Y también a equiparlos y brindarles información clave”, agregó.
Aunque el secretario dejó abierta la posibilidad de tratar la agenda migratoria, insistió en que la prioridad inmediata será el fortalecimiento de mecanismos de cooperación en inteligencia, tecnología y procesos de extradición. Subrayó que el gobierno mexicano “está cooperando más que nunca” en la entrega de presuntos criminales requeridos por Estados Unidos.
La visita, aún sin fecha concreta, marcará un momento clave para evaluar los compromisos del nuevo gobierno mexicano en el marco de la presión ejercida por la administración Trump, que ha endurecido sus posturas en temas fronterizos y de seguridad regional.