El caso penal contra Ovidio Guzmán López dio un giro decisivo esta semana con la desestimación formal de los cargos presentados por la Fiscalía del Distrito Este de Nueva York. La medida obedece a una decisión del acusado de acogerse a un procedimiento judicial en Chicago, donde se le imputan delitos similares, pero con mayor peso probatorio y testigos que lo identifican como figura clave en el Cártel de Sinaloa.
La Fiscalía neoyorquina dejó sin efecto las acusaciones por tráfico de cocaína, heroína y metanfetamina, así como lavado de dinero. La disposición fue avalada por el Departamento de Justicia, bajo el argumento de que se trata de cargos redundantes con los de Illinois. Al enfocarse en Chicago, las autoridades buscan eficiencia procesal y mayor contundencia en la sentencia.
La defensa de Guzmán López acordó declarar su culpabilidad por uno de los delitos graves, en una negociación que podría derivar en una condena más reducida. Aunque oficialmente no se ha revelado el contenido del pacto, fuentes cercanas al proceso señalan que podría recibir entre 20 y 25 años de prisión. A cambio, habría aceptado colaborar con las autoridades, aportando información relevante sobre la estructura y operaciones del cártel.
El próximo 15 de julio será clave para el desenlace del caso. En esa fecha, Ovidio comparecerá en una corte de Chicago para oficializar su culpabilidad. La Fiscalía de Nueva York se reserva el derecho de reactivar el expediente en su jurisdicción si el acuerdo colapsa.