La historia judicial de uno de los últimos capos de la vieja guardia del narcotráfico mexicano llegó a un punto crítico. Documentos difundidos en estrados de Estados Unidos confirman que Ismael Zambada García, conocido como El Mayo, se declarará culpable de dos cargos por delincuencia organizada ante el juez Brian Cogan, el mismo magistrado que procesó a Joaquín “El Chapo” Guzmán y a Genaro García Luna.
La Fiscalía estadounidense sostuvo que la decisión de limitar los cargos y aceptar el acuerdo con la defensa “representa un ahorro significativo de recursos judiciales y serviría a los intereses de la justicia”. Entre los cargos que enfrenta están operaciones de tráfico de fentanilo, cocaína, metanfetamina, marihuana, además de lavado de dinero y uso de armas de fuego.
El documento judicial reveló que la fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, ordenó no solicitar la pena de muerte contra Zambada. La notificación fue firmada por el fiscal Joseph Nocella Jr. y avalada por la oficina de la Fiscalía, con lo que se cerró la posibilidad de un juicio capital.
Zambada, de 77 años, fue detenido en julio en una operación conjunta del Departamento de Justicia estadounidense, sin participación de fuerzas mexicanas. En esa ocasión, apareció en Nueva York junto a Joaquín Guzmán López, uno de “Los Chapitos”, con quien presuntamente había sostenido una reunión en Culiacán antes de ser trasladado bajo custodia.
En audiencias previas, el capo insistió en ser defendido por Frank Pérez, abogado que también representa a su hijo Vicente Zambada Niebla, “El Vicentillo”. Pese a los riesgos de conflicto de interés, el juez Cogan aceptó la petición del acusado. En carta leída en la corte, Zambada expresó: “No quiero tener un abogado diferente, quiero que Frank Pérez me represente”.
El próximo lunes se prevé que Zambada renuncie formalmente a su declaración de “no culpable” y acepte los cargos. Este movimiento abre la puerta a un acuerdo de cooperación con la Fiscalía, que podría definir su condena definitiva y las condiciones de su encarcelamiento en una prisión de máxima seguridad.
