Israel Vallarta Cisneros, liberado el 3 de agosto tras pasar 19 años y ocho meses en prisión preventiva acusado de liderar la banda de secuestradores Los Zodiaco, calificó como carente de ética y moral la apelación que la Fiscalía General de la República interpondrá contra su absolución. Señaló que se trata de un recurso técnico y no de un acto de justicia, y acusó que si hubiera principios morales, su caso habría sido revisado desde hace años. Llamó a investigar a los fiscales que participaron en su proceso, a quienes responsabilizó de las vejaciones que sufrió.
Momentos antes, desde la conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum, el fiscal Alejandro Gertz Manero argumentó que la apelación busca proteger a seis presuntas víctimas de secuestro que no tuvieron relación con el montaje mediático del 8 de diciembre de 2005 en el rancho Las Chinitas, difundido por Televisa y Carlos Loret de Mola. Entre ellas se encuentran los casos de Valeria Cheja, secuestrada en 2005, y del empresario Shlomo Segal, plagiado en 2003. Sostuvo que el secuestro, después del homicidio, es el delito más grave y que esas personas no pueden quedar en estado de indefensión.
Según Gertz, las seis víctimas fueron plagiadas antes de la diligencia calificada de “ilegal y abusiva” que marcó el caso Vallarta, por lo que la FGR tiene la obligación moral, ética y jurídica de buscar la reparación del daño. En el expediente de Cheja, la entonces estudiante declaró que reconoció un Volvo gris usado en su secuestro; Vallarta sostiene que el testimonio es inconsistente, pues en un inicio se refirió a un vehículo blanco y que la joven confesó a Jorge Volpi que el evento nunca ocurrió. En el caso de Segal, el empresario lo identificó como la persona que lo mantuvo cautivo en 2003.