El pasado 9 de mayo, 17 familiares de Ovidio Guzmán López, incluido su madre Griselda López Pérez, cruzaron a pie la frontera entre México y Estados Unidos en Tijuana. Llevaban maletas y cerca de 70 mil dólares. Su entrega fue parte de una negociación judicial con autoridades estadounidenses.
Omar García Harfuch, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, confirmó el cruce voluntario de los familiares. Indicó que ninguno de ellos era buscado por autoridades mexicanas. Subrayó que corresponde al Departamento de Justicia de Estados Unidos compartir detalles con la Fiscalía General de la República.
Medios como El Universal y el periodista Luis Chaparro reportaron que los familiares fueron recibidos por agentes del FBI y del Servicio de Marshals. Entre los nombres destaca el de Griselda López, madre de Ovidio, identificada en investigaciones por su posible participación en operaciones de narcotráfico.
Claudia Sheinbaum, presidenta de México, declaró que no tiene información directa sobre el caso. Señaló que corresponde a Estados Unidos confirmar el cruce legal de las personas involucradas y comunicarse con las autoridades mexicanas.
La entrega de estos familiares se da después de la extradición de Ovidio Guzmán en septiembre de 2023 y de la entrega voluntaria de su hermano Joaquín Guzmán López en julio de 2024. Ambos están acusados por tráfico de drogas y negocian acuerdos con fiscales estadounidenses.
Este caso se enmarca en un contexto de reconfiguración interna en el Cártel de Sinaloa, donde los “Chapitos” enfrentan fricciones con otras facciones. La cooperación con autoridades estadounidenses por parte de los hijos de Joaquín Guzmán Loera podría generar consecuencias legales y operativas significativas para el grupo criminal.
