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Asesinato de Dulce en Chalco expone la vulnerabilidad de menores ante el crimen organizado

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A una semana de que el Estado de México y la capital del país quedaran marcados por el asesinato de Fernandito, un niño de cinco años retenido y ejecutado en Los Reyes La Paz como represalia por una deuda de mil pesos, la violencia volvió a cobrar la vida de un menor. Esta vez, la víctima fue Dulce, una niña de 12 años, asesinada la madrugada del lunes 11 de agosto dentro de su hogar en la colonia San Pablo Atlazalpan, municipio de Chalco.

De acuerdo con las investigaciones preliminares, hombres armados a bordo de motocicletas llegaron hasta la vivienda y dispararon en al menos 28 ocasiones. Dulce recibió impactos en el pecho y las piernas. Los paramédicos que acudieron al lugar solo pudieron confirmar su muerte.

En un primer momento se especuló que el ataque podía estar relacionado con una deuda económica, como ocurrió en el caso de Fernandito. Sin embargo, este martes el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, descartó esa hipótesis y señaló que la línea de investigación principal apunta a un conflicto ligado al narcomenudeo.

“La información que se tiene al momento es que la pareja de la mamá de la menor está relacionada con narcomenudeo. Cuando llegan los agresores buscando a este sujeto, él logra escapar, y los agresores matan a la niña”, explicó en la conferencia matutina desde Palacio Nacional.

El funcionario añadió que la casa y la pareja de la madre “están relacionadas con narcomenudeo, más que por una deuda”. Hasta el momento, no hay personas detenidas y se desconoce el paradero del padrastro de Dulce.

La Fiscalía General de Justicia del Estado de México abrió una carpeta de investigación por feminicidio y trabaja en coordinación con la Secretaría de Seguridad para ubicar a los responsables.

El caso ocurre en un contexto alarmante: solo en julio, el Estado de México registró 113 homicidios dolosos, equivalente al 5.6 por ciento del total nacional. Pese a ello, García Harfuch destacó que, de septiembre de 2024 a julio de 2025, las acciones conjuntas como los operativos Enjambre, Atarraya, Liberación y Mando Único Oriente redujeron en 45 por ciento el promedio diario de víctimas de homicidio.

En paralelo, el caso de Fernandito motivó la creación de una nueva unidad de atención especializada en la Fiscalía mexiquense, integrada por 300 elementos, con el objetivo de prevenir que se repitan crímenes contra menores. “Queremos dar un mejor servicio y evitar que vuelva a ocurrir una situación así”, dijo el secretario.

Para especialistas y colectivos de víctimas, el caso Dulce no solo pone en evidencia la letalidad con la que el crimen organizado actúa en entornos familiares, sino también la fragilidad de las políticas públicas para garantizar la seguridad de la niñez. La coincidencia temporal con el asesinato de Fernandito subraya un patrón de violencia que, aunque responde a causas distintas —deuda económica en un caso, ajuste de cuentas en el otro—, comparte un mismo resultado devastador: la muerte de los más vulnerables.

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