Por primera vez desde el inicio de la emergencia, este domingo el clima permitió abrir paso a los convoyes militares, a los helicópteros de rescate y a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, quien llegó con discreción, sin ceremonia, acompañada del gobernador Alejandro Armenta Mier.
El arribo de la mandataria federal ocurrió con discreción, sin ceremonia. Acompañada por el gobernador Alejandro Armenta Mier, Sheinbaum Pardo recorrió los municipios más devastados, entre ellos Xicotepec y Huauchinango, donde las lluvias dejaron un saldo de 12 personas muertas, varios desaparecidos, 16 mil viviendas dañadas y más de 80 mil damnificados.
La tragedia provocada por los fenómenos “Raymond” y “Jerry” no se había visto en años. En total, 38 municipios reportaron afectaciones y 36 localidades quedaron con daños severos. En las calles aún se respiraba desesperanza, con agua estancada, lodo y miedo en las zonas donde las familias quedaron sepultadas por derrumbes o el desbordamiento de los ríos.
A pesar de las condiciones adversas, la población salió a recibir a la presidenta. Sheinbaum caminó entre las calles, observando las ruinas y escuchando los testimonios de las familias que lo perdieron todo. En su mensaje, fue clara:
“NO VAMOS A DEJAR A NADIE DESAMPARADO”, ASEGURÓ.
Durante su recorrido por la colonia Chapultepec, una vecina le pidió ayuda:
“¡NO HA VENIDO NADIE DEL AYUNTAMIENTO, EN LA CAPILLA DE CHAPULTEPEC SIGUEN MIS PAPÁS DE LA TERCERA EDAD Y NO PUEDEN SALIR!”, EXPRESÓ.
La presidenta se giró hacia el alcalde de Huauchinango, Rogelio López Angulo, quien intentó responder: “Presidenta, ya estamos trabajando allá”.
Ella replicó con serenidad: “Usted me dice que sí trabaja, pero la gente me dice que no. Y yo prefiero creerle a la gente”.
