Un despliegue coordinado entre la Policía Estatal Forestal de Puebla y la Policía Estatal de Montaña de Tlaxcala derivó en el aseguramiento de tres hornos clandestinos, ciento sesenta y cinco troncos, una escopeta y una motosierra en la zona limítrofe del parque nacional La Malinche. La intervención, realizada como parte de los patrullajes permanentes para proteger los recursos naturales, también incluyó el hallazgo de una camioneta con dos punto tres metros cúbicos de madera abandonada.
El operativo tuvo lugar en un sector considerado de alta vulnerabilidad ambiental, donde las pendientes boscosas y caminos de terracería facilitan el ocultamiento de actividades ilegales. De acuerdo con la Secretaría de Seguridad Pública de Puebla, la detección fue posible gracias a recorridos estratégicos y a la comunicación constante con las autoridades de Tlaxcala.
La inspección inicial permitió descubrir los hornos, diseñados para deshidratar y procesar madera sin control oficial, lo que evita el pago de derechos y el cumplimiento de normas ambientales. Junto con el material, los agentes aseguraron un arma de fuego y equipo de corte, lo que refuerza la hipótesis de que se trata de una operación organizada y no de actividades aisladas.
En cumplimiento de los protocolos legales, todos los indicios fueron puestos a disposición del Ministerio Público Federal, que será el encargado de llevar a cabo las investigaciones para determinar el origen de la madera, su especie y si pertenece a zonas protegidas del parque. La Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable establece sanciones severas para quienes extraigan o procesen recursos sin autorización.
El Gobierno del Estado de Puebla, encabezado por Alejandro Armenta, subrayó que la conservación de La Malinche requiere no solo operativos de campo, sino también campañas de educación ambiental y coordinación interinstitucional para desarticular las redes de comercio ilegal de madera. En este sentido, la colaboración con Tlaxcala se considera clave para cubrir ambos lados de la zona protegida.
El parque nacional La Malinche es un ecosistema de alta montaña que abastece de agua a múltiples comunidades y alberga especies de flora y fauna endémicas. La tala ilegal no solo disminuye la cobertura forestal, sino que también altera la dinámica hídrica, aumenta el riesgo de deslaves y reduce la capacidad de captura de carbono del bosque.
Fuentes de seguridad señalaron que las investigaciones buscarán determinar si los hornos asegurados forman parte de un circuito mayor de procesamiento, donde la madera talada en diferentes puntos es llevada a estos centros improvisados para su transformación antes de ser distribuida en mercados locales o foráneos.
El decomiso de la escopeta y la motosierra también abre líneas de investigación en materia de seguridad pública, pues en ocasiones estas actividades están ligadas a grupos que defienden su operación mediante la intimidación o el uso de la fuerza. La presencia de armamento en un contexto de delitos ambientales eleva el nivel de riesgo para las autoridades y comunidades.
Además del seguimiento judicial, las corporaciones de Puebla y Tlaxcala anunciaron que mantendrán operativos de vigilancia intensiva en caminos rurales y accesos no autorizados al parque, con especial atención en las zonas detectadas como rutas de salida de madera ilegal. La población local ha sido invitada a colaborar mediante la denuncia anónima y el reporte de cualquier actividad sospechosa.
Este operativo conjunto no solo frena un episodio de tala ilegal, sino que también envía un mensaje de coordinación y determinación en la defensa de los recursos naturales. La preservación de La Malinche, coinciden las autoridades, depende de acciones sostenidas y de la cooperación entre estados para impedir que los delitos ambientales continúen debilitando uno de los principales pulmones de la región.