Mientras Israel refuerza su ofensiva militar en el sur de Gaza, organizaciones civiles de distintos países lanzaron una movilización que pretende llegar hasta el cruce fronterizo de Rafah, en el extremo sureste del territorio palestino. La marcha arrancará el próximo 12 de junio en El Cairo y reunirá a miles de activistas bajo una consigna: garantizar el acceso humanitario y detener el asedio.
La movilización internacional surge como respuesta directa al agravamiento del conflicto. En los últimos días, las Fuerzas de Defensa de Israel bombardearon una escuela utilizada como refugio en Gaza, provocando la muerte de al menos 36 personas. La ofensiva se concentra ahora en Jan Yunis, ciudad del sur gazatí cuya evacuación fue ordenada por el ejército israelí como parte de su plan de control territorial.
El portavoz militar israelí, Avichay Adraee, confirmó que se trata de una fase sin precedentes en las operaciones contra Hamás. Desde marzo, Israel ha ordenado evacuaciones parciales de esta ciudad, y desde el 19 de mayo amplió el perímetro de intervención. La estrategia busca asegurar posiciones en el sur del enclave, mientras la población civil continúa desplazándose sin garantías mínimas de protección.
Ante este panorama, más de 150 ONG han organizado una caravana humanitaria que recorrerá Egipto hasta llegar a Rafah, donde se instalarán campamentos durante tres días. Las acciones concluirán el 20 de junio. Las agrupaciones convocantes se han declarado políticamente neutrales y orientadas exclusivamente a presionar por la apertura de corredores humanitarios.
En paralelo, Hamás informó que ha aceptado una propuesta de cese al fuego presentada por Estados Unidos. El acuerdo contempla una tregua de 60 días y el canje de rehenes y prisioneros. Sin embargo, Israel ha rechazado esta iniciativa, incluso con el aval del enviado especial de la Casa Blanca, Steve Witkoff.
La frontera de Rafah permanece cerrada y bajo control egipcio, y es el único punto terrestre desde donde podría ingresar ayuda internacional a gran escala. La marcha busca visibilizar esta urgencia y obligar a actores internacionales a intervenir para proteger a los civiles atrapados en el conflicto.